25/01/2024

Abrís una caja de González Reeds. Probablemente te enamorarás de cuatro o cinco cañas y querrás que duren para siempre. Lamentablemente, en algún momento tendrás que despedirte, pero te dejamos algunas recomendaciones para que ese día sea lo más lejano posible.

Primero, no deberías enamorarte de una sola caña. Es una buena idea tener usa 3 o más en uso y rotarlos regularmente durante sus sesiones de práctica diarias. De esta forma se evita que las fibras de la madera se estresen y envejezcan prematuramente. Esto también es importante porque si te acostumbras a la sensación y las características de una sola caña, después de un uso prolongado, es más difícil acostumbrarte a una nueva.

Lava tus cañas después de usarlas, si es posible, con una solución ácida natural como agua con gotas de limón. De esta forma evitamos que en la caña queden bacterias que pueda haber en tu boca que podrían formar moho.

Por último, utiliza un buen estuche para guardarlas, con una superficie plana, mejor si es de vidrio. Es importante evitar los protectores de caña incluidos en el embalaje, ya sean ecológicos o de plástico. Estos sólo están destinados a la protección durante el transporte y no garantizan que la caña se seque de manera uniforme y plana.